Las personas con baja visión son aquellas en la que su agudeza visual está muy reducida (menos del 30%) sin llegarse a considerarlas ceguera legal.
El tratamiento está enfocado en aquellas personas con patologías tales como (DMAE, glaucoma, retinopatía diabética etc.), a las que se intenta potenciar su resto visual con lupas, telescopios, filtros terapéuticos…entre otros.